¿Qué es?
Es una teoría creada por Aleksander Romanovich Luria, que
consiste en darle una ubicación específica a una función cerebral, que
trabajando conjuntamente con otras áreas cerebrales permite ejecutar una
función cognitiva superior, tales como leer, integración de información,
decodificación de información y analizarla. Luria le llamó teoría funcional o
localizacionista sistémica dinámica debido que localizaba un área del cerebro
encargada de funciones simples, que a su vez trabajaba ligada con otras áreas
(sistémica) y dinámica en tanto que esta iba evolucionando de manera
ontogenética en el sujeto. Cuando hablamos de funciones como la actividad, la
conciencia, la integración sensorial, de entre otras, es necesario percibirlas
cómo siendo posibilitadas por la acción que Luria llamó de un conjunto organizado
en sistemas de zonas trabajando concertadamente, cada una de las cuales
desempeñando un papel específico en un sistema funcional complejo. (Coelho
Rebelo, Fernándes Silva, Ribeiro Correia, & Perea Bartolomé, 2006)
A las áreas cerebrales que trabajaban conjuntamente para
evocar una función superior Luria las clasificó en “unidades funcionales”.
Clasificación de las
unidades funcionales
Primera unidad
funcional: esta unidad está constituida por el tronco cerebral
(nombradamente la parte del sistema reticular ascendente) y el sistema límbico,
desempeñando un papel importante en el control de la activación, sueño-vigilia,
y los mecanismos de aurosal (Coelho Rebelo, et al. 2006). Esta unidad es la
encargada afectar las funciones biológicas, y está íntimamente asociado con el
sistema autónomo.
Segunda unidad
funcional: esta es compuesta por la corteza posterior, incluyendo los
lóbulos occipitales, parietales y temporales. Siendo así la encargada de los
procesos de percepción, sensación, decodificación de información, entre otras.
Los lobos citados presentan las áreas primarias, secundarias y terciarias,
donde las sensaciones y las percepciones son integradas en niveles de
significado de complejidad creciente. Las áreas primarias son esencialmente
responsables del registro de los estímulos (sensación), las secundarias
permiten el principio de la integración de esta información, transformándola en
una percepción, y la terciaria permiten la integración de la información de los
sistemas, de lo más simples al más complejo (Coelho Rebelo, et al. 2006). .
Tercera unidad
funcional: esta unidad es la última en desarrollarse, está formada por los
lóbulos frontales que a su vez son los últimos en madurar en el cerebro de un
sujeto, esta unidad es la encargada de integrar toda la información recibida
del entorno y de la intelectualización del sujeto.
Si bien la unidad encargada de la intelectualización parece
ser la más importante en tanto que esta ayudará hacer juicios, orientaciones,
análisis y finalmente tomar decisiones, pero es importante tener en cuenta que
todas las funciones superiores requieren de las 3 unidades funcionales, puesto
que cada una aportará para evocar cualquier tipo de conducta.
Artículo de interés La
neuropsicología de A. R. Luria: coetáneos y continuadores de su legado
Artículo de interés El
modelo de las tres unidades funcionales del cerebro de Luria (1973); sus raíces
históricas y sus influjos posteriores.
file:///C:/Users/Users/Documents/oscarito/neuropsicologia/teoria%20funcional%20de%20Luria/unidades%20funcionales,%20sus%20raíces..pdf
Vídeo relacionado Neuropsicología
de Luria, teoría localizacionista sistémico dinámica
Referencias
Coelho Rebelo, L., Fernándes Silva, C., Ribeiro Correia, C., & Perea
Bartolomé, M. (2006). EL MODELO DE ALEXANDER ROMANOVICH LURIA. REVISTA
GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN, 13(11-12), 1138-1663.
Obtenido de http://ruc.udc.es/bitstream/2183/7027/1/RGP_13-9.pdf
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