viernes, 16 de octubre de 2015

2. Teoría de la localización sistémico dinámica de las funciones cerebrales

¿Qué es?
Es una teoría creada por Aleksander Romanovich Luria, que consiste en darle una ubicación específica a una función cerebral, que trabajando conjuntamente con otras áreas cerebrales permite ejecutar una función cognitiva superior, tales como leer, integración de información, decodificación de información y analizarla. Luria le llamó teoría funcional o localizacionista sistémica dinámica debido que localizaba un área del cerebro encargada de funciones simples, que a su vez trabajaba ligada con otras áreas (sistémica) y dinámica en tanto que esta iba evolucionando de manera ontogenética en el sujeto. Cuando hablamos de funciones como la actividad, la conciencia, la integración sensorial, de entre otras, es necesario percibirlas cómo siendo posibilitadas por la acción que Luria llamó de un conjunto organizado en sistemas de zonas trabajando concertadamente, cada una de las cuales desempeñando un papel específico en un sistema funcional complejo. (Coelho Rebelo, Fernándes Silva, Ribeiro Correia, & Perea Bartolomé, 2006)
A las áreas cerebrales que trabajaban conjuntamente para evocar una función superior Luria las clasificó en “unidades funcionales”.
Clasificación de las unidades funcionales
Primera unidad funcional: esta unidad está constituida por el tronco cerebral (nombradamente la parte del sistema reticular ascendente) y el sistema límbico, desempeñando un papel importante en el control de la activación, sueño-vigilia, y los mecanismos de aurosal (Coelho Rebelo, et al. 2006). Esta unidad es la encargada afectar las funciones biológicas, y está íntimamente asociado con el sistema autónomo.
Segunda unidad funcional: esta es compuesta por la corteza posterior, incluyendo los lóbulos occipitales, parietales y temporales. Siendo así la encargada de los procesos de percepción, sensación, decodificación de información, entre otras. Los lobos citados presentan las áreas primarias, secundarias y terciarias, donde las sensaciones y las percepciones son integradas en niveles de significado de complejidad creciente. Las áreas primarias son esencialmente responsables del registro de los estímulos (sensación), las secundarias permiten el principio de la integración de esta información, transformándola en una percepción, y la terciaria permiten la integración de la información de los sistemas, de lo más simples al más complejo (Coelho Rebelo, et al. 2006).  .
Tercera unidad funcional: esta unidad es la última en desarrollarse, está formada por los lóbulos frontales que a su vez son los últimos en madurar en el cerebro de un sujeto, esta unidad es la encargada de integrar toda la información recibida del entorno y de la intelectualización del sujeto.


Si bien la unidad encargada de la intelectualización parece ser la más importante en tanto que esta ayudará hacer juicios, orientaciones, análisis y finalmente tomar decisiones, pero es importante tener en cuenta que todas las funciones superiores requieren de las 3 unidades funcionales, puesto que cada una aportará para evocar cualquier tipo de conducta.

Artículo de interés La neuropsicología de A. R. Luria: coetáneos y continuadores de su legado

Artículo de interés El modelo de las tres unidades funcionales del cerebro de Luria (1973); sus raíces históricas y sus influjos posteriores.
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Vídeo relacionado Neuropsicología de Luria, teoría localizacionista sistémico dinámica


Referencias
Coelho Rebelo, L., Fernándes Silva, C., Ribeiro Correia, C., & Perea Bartolomé, M. (2006). EL MODELO DE ALEXANDER ROMANOVICH LURIA. REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN, 13(11-12), 1138-1663. Obtenido de http://ruc.udc.es/bitstream/2183/7027/1/RGP_13-9.pdf

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